Los correos electrónicos deberían comenzar con un encabezamiento de cortesía, antes de entrar en materia. La excepción es la correspondencia con un conocido, que puede ir directamente al grano, o los sucesivos intercambios de correos sobre alguna materia, cuyo inicio ya ha tenido la marca de cortesía.
Para comenzar, en España es muy frecuente utilizar “Estimado amigo” (formal) o “Querido amigo” (para alguien con quien hay un trato previo). “Amigo” ha perdido casi por completo su carga semántica, y se usa incluso para las relaciones más someras. Lo mismo se puede decir de “estimado” o “querido”. Pero en muchos países de habla española estas fórmulas pueden parecer en exceso familiares y deben evitarse.
Lo menos comprometido, en casos formales, es usar el apellido, el nombre y apellido o el cargo: “Estimado señor Pérez”, “Estimado José Pérez”, “Estimado señor rector”, etc.
En casos de mensajes dirigidos a miembros de instituciones afines, puede funcionar bien un “Estimado colega”.